Roger se considera un barman vocacional apasionado por su trabajo. Es un enamorado de la coctelería clásica, a la vez que fascinado por la cultura japonesa. Sus creaciones nacen de la admiración por la coctelería tradicional, por la que siente gran respeto, y también por una visión más contemporánea con percepciones florales como los gin-tonics, pasando por sugerencias más complejas creadas con wiski japonés.
En general Roger es una persona difícil de encorsetar; se siente más cómodo con la versatilidad de un scooter que, con la solemnidad de una limusina, y esta personalidad se refleja, también, en sus creaciones.
Dr. Lagarto:
«Un buen cóctel nace cuando la combinación de los elementos supera a la de los originales».